¿Eres joven? Yo también. ¿Estás solo en el mundo? Yo también. ¿Te horroriza la muerte en la soledad? También a mí. ¡Si nos conociéramos! ¡Si nos amáramos! Yo podría ser tu amparo, tu consuelo. ¿No conoces en mi modo de toser que soy buena, delicada, discreta, casera, que haría de la vida precaria un nido de pluma blanda y suave, para acercarnos juntos a la muerte, pensando en otra cosa, en el cariño? ¡Qué solo estás! ¡Qué sola estoy! ¡Cómo te cuidaría yo! ¡Cómo tú me protegerías! Somos dos piedras que caen al abismo, que chocan una vez al bajar y nada se dicen, ni se ven, ni se compadecen... ¿Porqué ha de ser así? ¿Porqué no hemos de levantarnos ahora, unir nuestro dolor, llorar juntos? Tal vez de la unión de dos llantos naciera una sonrisa. Mi alma lo pide; la tuya también. Y con todo, ya verás como ni te mueves ni me muevo.Cuentos, Leopoldo Alas Clarín.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Sobre los encuentros especiales
Leí hace poco un los Cuentos, de Leopoldo Alas Clarín, que han sido lo primero (y único) que he leído de este autor, pero me dejaron muy buen sabor de boca. Dejo por aquí un fragmento de uno de los cuentos: El dúo de la tos. Muy recomendable.
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